- Si el semáforo se pone en verde y andas un poco despistado o simplemente no eres rápido en la salida ya te puedes tapar los oídos porque irremediablemente sonará un puto bocinazo de cualquier ser de la fija que aún piensa que desde que el color cambia a verde todos tenemos que apartarnos para dejarle vía libre. Y es que hay una gran diferencia entre los toques de pita de la gente normal, que suele se un simple pip, un toque de atención y el toque del capull@ mayor que suele ser un piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip que le pone a uno los pelos del cogote como escarpias.
- Si hay una cola... ahí está el típico capullo de mierda que está pa'llá pal puesto 7 u 8 y que sin saber la razón de la parada ya está tocándole los huevos a los demás con su puta pita. La verdad es que a uno le dan ganas de bajarse del coche y preguntarle al muy tolete si es que piensa que los demás estamos parados porque nos apetece. Claro que con lo agresivo que está la gente últimamente cualquiera se arriesga.
- Equivocarte tampoco está permitido en la carretera, ¿que te saltas sin querer un ceda o sacas mucho el morro porque algún gilipollas aparco donde no debía y el otro tiene que frenar un poco? Pitazo ¿qué tardas más de 3 segundos en aparcar porque tu coche no tiene dirección asistida? Pitazo ¿que tardas mucho en salir de un cruce porque no ves el hueco? Pitazo. Con respecto a este último punto siempre hay un máquina que ve huecos en todos lados y se mete aunque no quepa haciendo frenar a todo diox, y vete y pégale un pitazo...
Claro está que hay muchisimas oportunidades aparte de las nombradas de oír un pitazo cuando uno sale a la carretera, sin embargo me gustaría hablar un momento de lo más flipante que me he encontrado y que por la frecuencia con que ha pasado a mi alrededor me temo que se está convirtiendo en moda, es el "cruza-coche". En los últimos 3 meses he visto 2 y todavía estoy "flipando en colores".
La primera fue en la rotonda que hay frente al Corte Inglés en Santa Cruz. Un señor que se salta el ceda y el que viene dentro de la rotonda tiene que frenar ¡Oh diox mío, que pecado!. El tipo le pita y el señor no le hace ni puto caso, entonces se enciende el fosforito, le cae atrás y cual película hollywoodiense le cruza el coche y se baja como un poseso del coche. El don que se salto el ceda sólo tiene tiempo de subir la ventanilla hasta la mitad, con lo cual no puede impedir que el chulo meta medio cuerpo dentro de su coche pa increparle. El señor asustado saca una barra de hierro u trozo de tubería e intenta defenderse pero el trozo carne con ojos se la arranca y la saca fuera del coche. En este momento la gente se da cuenta de la gravedad de la situación y corren hacia la bestia para apaciguarla. Finalmente todo queda en nada, el perro se sube en el coche aún ladrando y se marcha. El señor imagino se habrá ido a su casa a meterse calmantes en vena y mientras yo con el susto aun metido en el cuerpo sigo rumbo al curro pensando en el pobre señor y en la cantidad de indeseables que uno se puede encontrar en la carretera.
2 comentarios:
Hay ciertos especímenes de monos volanterines que prefieren que le corten los webos a rozar el coche. Pruebe a acercarse a ellos con McQueen con cara de "no me importa chocar". Es remedio de santo.
Flipante pero cierto.
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