jueves, 20 de noviembre de 2008

Los del 012 pueden respirar tranquilos...por ahora...


...porque la iniciación al patinaje "desartístico" queda aplazada pa la semana que viene. Ayer fui a por los patines a Decathlon y resulta que todos los que calzan mi número decidieron comprarse esta semana unos patines en línea. En fin, no había mi número en ningún color, ni en la sección de chicas ni en la de chicos. Bueno, en realidad había unos grises con florecillas azules pero me resistí a caer tan bajo. Ya bastante tengo con ir cargando con un móvil rosa de lo más mono, pero esa es una historia que ya contaré otro día.

Lo dicho, grises y con florecillas azules


En fin, que mañana cuando salga del curro de por la tarde me daré a la bebida en lo que espero a que mis socios se ¿diviertan? patinando. Me he enterado de algo de vino y tapas y unas invitaciones, pero el email no estaba lo suficientemente claro así que hasta más información el plan es cervezas, aceitunas y chochos de toa la vida.

Pero no piensen que por no tener ruedas no patiné. Esta mañana sin ir más lejos entré en la rotonda de la Milagrosa (la del Nazaret) deslizándome con McQueen. Y es que llovía y hace unos años a los inteligentes de turno se les ocurrió colocar allí unas planchas de metal para proteger los adoquines de los camiones de una obra. En fin que traía la cabecita en otra parte, que no quiere decir que viniera rápido, pero cuando fui a frenar parecía que no funcionaban y seguía cayendo y cayendo hacia aquella rotonda llena de coches. Gracias a Doraemon, en el último momento se abrió un hueco y allí se metió McQueen como pudo.

Claro, tras el susto traía un temblejeque en las piernas que ni que estuviera en el Teide sin calcetines, venía oyendo en Radio3 De'Callaos y ya estaba realmente de mal humor tras 45 min en busca de aparcamiento cuando ¡oh Diox! míralo, allí, al laito del curro. Y cuando la sombra de la malaleche parecía irse difuminando, un viejo con una camioneta me adelanta y me quita el aparcamiento. Casi fundo la pita y el tio como si naa, como si no fuera con él. Gracias a la educación que me dieron mis padres no me bajé del coche y lo insulté. Aunque si que me quedé esperando, o mejor dicho, colapsando la Avenida Anaga hasta que se bajó pa pedirle explicaciones. Chiquita jeta el viejo, me dió el síde los locos y se largó, ¡ni rojo se puso!. Anda que si llega a topar con Amparo en vez de conmigo, los del 012 hubieran tenido que estar toda la mañana uniendo piezas.

Bueno, con esto y un bizcocho (¿no les dan ganas de escribirla con S?) Sta mañana....

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por Dior y la Firgen Fanta, cuenta lo del móvil rosa, cuéntalo!!!
Ains en el momento maldita la gracia que te haría lo que te pasó, pero en la forma que lo has contao se me han caío los lagrimones de risa, qué arte tenéis Mapoto y tú para contar las cosas, jaja :D

tashano dijo...

No me pudo imaginar que tengas un teléfono "ROSA", estoy deseando saber la historia...eso sí para hacer conjunto deberías comprarte los patines Rosas también.
Me he partido de risa, de cómo has contado lo que te paso, no por el hecho en sí, sino por como lo has contado.

Espero la continuación de la historia, con ansiedad.

Un besazo

Tooenchumbao dijo...

Bueno señoritas, como toda historia deseada muchas veces puede llegar a defraudar, sin embargo prometo que algún día la contaré, no dirán que no las avisé.
Saludos